Conseguí mi reto, mi primera media Maratón! Os aseguro que sacar el tiempo no fue algo sencillo, como ocurre en la mayor parte de los casos. En mi juventud el deporte y yo no nos hemos atraído demasiado y me cuesta disfrutar de esos momentos de sacrificio y sudor. Sin embargo creo que poco a poco es como un toque de pimienta que da un poco más de sabor a mi vida, así que espero continuar con esta afición que tanto fortalece mis huesos y músculos.
A día de hoy todos tenemos claro el impacto que tiene nuestra nutrición en la salud en general, sin embargo muchas personas no se dan cuenta de lo realmente importante que es hasta que comienzan a realizar deporte. Yo que preparo a muchos deportistas que mejoran sus picos de forma con ciertas adaptaciones en la dieta veo el gran impacto que supone también a largo plazo.
Y es que cuando empiezas a realizar ejercicio te das cuenta de que tu rendimiento, tu fuerza y resistencia dependen en gran parte de los alimentos que hayas ingerido, y decimos en gran parte porque ciertamente cada persona tiene unas capacidades físicas y una genética que le predispone a conseguir ciertos objetivos o retos.
En mi caso, he practicado poco ejercicio cardiovascular hasta tener casi 40 años y eso ya es algo que no se puede recuperar en cuanto a la capacidad de adaptación de tu cuerpo a los entrenos, por mucho estrés físico que estés dispuesto a soportar. Pero con constancia y perseverancia el cuerpo se va adaptando, se va fortaleciendo y he conseguido ya realizar mis primeros 21 kilómetros, algo que hace unos años ni me hubiese planteado, pero ya tengo batallita para contarle a mis futuros nietecillos (espero).
Plantearte retos es una forma de sentirte vivo, porque la vida pasa muy rápido y pocos son los momentos que después recordaremos con una sonrisa que ilumine hasta nuestros ojos. Encontrar tiempo para realizar ejercicio es un plus de calidad de vida, liberas tu mente del estrés siendo un gran antidepresivo natural. Por mucho que llueva fuera -mejor que no sea en sentido literal- quiero decir, que por muchos problemas que tengas siempre podrás calzarte tus zapatillas y concentrarte en el entrenamiento, esos momentos te permiten oxigenar tu cerebro y reconectarte con tu esencia, con tus propios límites, conocerte física y mentalmente.
Las personas en general sobrevaloramos lo que podemos hacer a corto plazo e infravaloramos de lo que somos capaces con un plan estratégico a largo plazo, este es uno de los errores más habituales que me suelo encontrar en consulta tanto a la hora de cambiar de hábitos alimenticios o de realizar deporte.
Aquí es donde la figura del nutricionista y el entrenador cobra especial relevancia para ser la muleta o el apoyo necesario para lograr objetivos a largo plazo que te ayuden a tomar una nueva perspectiva y tener una vida mejor.
¿Te animas a llenar tu vida de momentos especiales?